Documento de Apoyo para trabajarse en Escuelas y Liceos, destinado a los docentes y asistentes de la educación que recibirán a los alumnos y alumnas luego de ocurrido el terremoto[1].
Estimada Comunidad Educativa de Pedro Aguirre Cerda:
El Equipo Técnico del Departamento de Educación ha remitido la semana anterior el presente documento a las direcciones del establecimiento con el objetivo de orientar las acciones del equipo docente, asistentes de la educación y equipos de apoyo psicosocial, con los estudiantes. En esta oportunidad lo difundimos a la comunidad educativa a través de este blog.
Acciones para recibir a los alumnos.
Proponemos como primer paso un trabajo a realizar con los propios profesores en el plano de las emociones, para eso se recomienda potenciar los espacios de reflexión docente, compartiendo la experiencia y generando lineamientos para el trabajo con los estudiantes. No debe olvidarse que docentes y asistentes de la educación ocupan el lugar de un adulto de confianza para los estudiantes.
Es probable que haya profesores que no estarán en una disposición favorable para tener las actitudes correctas ni para tomar las acciones debidas con sus alumnos y eso deberá ser respetado. En el caso de los alumnos más pequeños, debería pensarse que otro docente cercano a los niños cumpla las funciones que están señaladas más adelante.
Ideas para tener en cuenta:
* La escuela debe ser un lugar de protección, alegría y solidaridad, donde las interacciones entre todos sus integrantes se den con respeto y afecto manteniendo un clima permanente de armonía.
* Frente a la comunidad educativa: ésta deberá ser informada acerca de las condiciones de la escuela, la situación del desastre en todo aquello que se considere pertinente a través de diarios murales y/o panfletos. En este ámbito es conveniente favorecer los espacios de organización de las escuelas como lo son el Consejo Escolar, Consejo de Profesores, Centro de Padres, Centro de Estudiantes, etc. Lo que debe quedar de manifiesto es que situaciones como las que hemos vivido, demuestran lo importante que es reconstruir la convivencia social y vencer los individualismos.
* Frente a los apoderados: Escucharlos y resolver sus inquietudes sobre la seguridad de la escuela y acerca de lo que ellos han vivido como familia. De esta forma, conocer si los niños y niñas han manifestado cambios en su conducta.
Será importante trabajar en conjunto con los padres o los miembros de la familia que estén a cargo de los niños en base a las siguientes ideas:
1. Es normal que los niños sientan temor o ansiedad, se muestren más sensibles, más activos, retraídos, algunos agresivos, otros manifestarán desinterés e incluso rechazo para asistir a la escuela. Es importante comprender que se trata de respuestas normales y que deben ser aceptadas como tales. Progresivamente se recuperará la tranquilidad y la seguridad sobre su entorno en la medida que se tomen las medidas apropiadas. Es un proceso que puede durar varios días o semanas en algunos casos, dependiendo de las características personales y de las experiencias vividas.
2. Desde los primeros días, la escuela debe ser un lugar abierto para que los niños y niñas, junto a sus padres u otros miembros de la familia puedan recorrer, si así lo desean, el recinto y las instalaciones y de esta forma percatarse de que se encuentra en buenas condiciones para acogerlos, igual que en años anteriores.
* Frente a los alumnos: escucharlos, entregarles cariño, abrazarlos cuando busquen compañía y contención. Los niños deben entender que no están solos, que en cualquier situación los ayudaremos.
o Entre las preguntas que harán surgirá la necesidad de explicarles concretamente por qué la tierra tiembla. Focalizarse en la idea de que es un fenómeno natural y no es consecuencia de las acciones de alguien, ni un castigo… Decirles que esto no es permanente y que luego todo va a estar bien.
o No obligarlos a que hablen del tema si es que no lo desean ya que podrán expresar sus sentimientos a través de medios distintos o en otros momentos. Debemos respetar el tiempo y la forma que cada niño necesita para expresar lo ocurrido.
o Ayudarles a resignificar la información vertida en los medios de comunicación, orientando su base valórica, haciendo presente los hechos emblemáticos de valores sociales.
o Considerar los recursos propios de cada niño (Según edad, personalidad y gustos).
o Favorecer el contacto con otros niños y la expresión asertiva de emociones.
Algunas actividades concretas:
* Planificar actividades que les permitan expresar sus vivencias a través del juego. En situaciones simuladas por medio de pantomima, o con títeres, por medio del dibujo, del trabajo con greda u otros materiales. Estas actividades deben propiciar la comprensión del evento natural (terremoto) y de sus consecuencias, rescatando los aspectos más humanos del hecho (resiliencia, perseverancia, apoyo mutuo, etc.).
* Utilizar técnicas narrativas como relatar sus sentimientos, desarrollar cuentos cortos sobre la experiencia y compartirlos.
* Igualmente es indispensable enseñarles a protegerse, explicarles qué deben hacer en caso de temblor. En la sala de clases, asegurar que no existan riesgos, que los objetos pesados y grandes se ubican abajo, etc.
* De acuerdo a la edad se puede instar a los alumnos a colaborar con los vecinos damnificados, planificar ayudas, por ejemplo recolectar algún material o en limpieza (siempre que no haya riesgo). El desarrollo del valor de la solidaridad puede ser trabajado como un objetivo transversal.
[1] Documento adaptado de la Asociación Nacional de Psicólogos Educacionales (ANPSE) y complementado con Documento del Colegio de Profesores de Chile.
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